Conocí a Eduardo siendo el alumno en una formación que yo daba: allí me pareció una persona cercana, honesta, humilde, valiente, divertida y muy humana, comprometido con aprender y con vocación clara de servir a su equipo.

Eduardo, hasta esa fecha, estaba considerado como una persona de alto potencial en la empresa en la que trabaja y ha sido promocionado en varias ocasiones con buenos resultados.

Hoy la continuidad de su carrera se ve cuestionada. Recibe el feedback de que para continuar promocionando a puestos de mayor liderazgo ha de aumentar su asertividad, su firmeza y su formalidad en su trato con las personas con las que trabaja.

Eduardo no sabe como hacerlo, así que pide ayuda y rrhh le proporciona un coach.

Su empresa conoce bien la filosofía del coaching y sabe que un coach no trata exclusivamente con comportamientos y la mejora de los mismos, si no con el Ser de la persona: con sus emociones, creencias, deseos, inquietudes y compromisos.

Si quisiera pautas para mejorar la asertividad hubieses ofrecido a Eduardo una formación especializada.

Nos ponemos a ello.

Primera sesión de coaching: foco en el propósito

Viene a la primera sesión y está preocupado, pues ya ha intentado mostrarse más asertivo, firme y formal y no le está sirviendo para aumentar presencia, si no para perderla, pues se siente falso y por tanto inseguro cuando lo hace.

La pregunta que le moviliza es: ¿para qué tus jefes te piden que aumentes tu asertividad, tu firmeza y tu formalidad? No apuntamos a cómo ser más asertivo y formal, si no al propósito.

No lo sabe, así que lo pregunta y viene a la segunda sesión con la siguiente respuesta: “Hasta ahora tu liderazgo ha sido adecuado, pero para puestos de más responsabilidad necesitas aumentar tu presencia, tu capacidad de impactar en los demás y por tanto tu capacidad de liderar”.

Escalar el objetivo de la Organización: ¿para qué pide lo que pide? es útil para abrir posibilidades a que se pueda lograr desde la autenticidad de la persona.

Segunda Sesión de coaching: foco en sus fortalezas y valores

Está más preocupado todavía, pues está actuando de forma contenida y eso le empequeñece.

Tenemos el siguiente diálogo:

¿Qué contienes?- contengo calidez, empatía y risa.

¿Con qué valores conectas la calidez la empatía y la risa? – con el disfrute y con el amor por el prójimo.

¿Cómo te comportas en otros ámbitos fuera del trabajo?- de esta manera

¿Si tuvieses que elegir entre disfrutar y amar a sus colaboradores y seguir promocionando, qué elegirías?- lo primero sin duda, no me imagino trabajar sin disfrutar de lo que hago ni de la gente.

Eduardo, cuando hace esta declaración, se crece corporalmente, se yergue y sonríe. Tiene claro lo que quiere. Quiere ser el que realmente es y actuar en consecuencia.

¿Es posible ser el que eres y aumentar tu presencia? – sí.

¿Cómo? – actuando según mis valores y mis fortalezas.

¿Qué situaciones que hayas liderado dentro o fuera del trabajo de esta manera?- pone ejemplos

¿Cómo ha funcionado tu presencia y asertividad? – la empatía y un acercamiento liviano y afectuoso ha desbloqueado posiciones y ha hecho que las personas entrasen en una emocionalidad positiva y se movilizasen.

La elección de Eduardo

Eduardo decidió liderar desde su autenticidad, promocionó y es hoy un líder reconocido como extra-ordinario por los vínculos y el clima que genera. Las personas quieren trabajar con él. El disfruta de su trabajo de los vínculos que genera.

Podemos sumar competencias a nuestro buen hacer y eso nos hará personas muy competentes, pero no extraordinarios.

Somos extra-ordinarios cuando actuamos con autenticidad, desde nuestros valores y talentos. Es lo que nos distingue.

 

 

 

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