Esta es la pregunta que se hacen la mayoría de los managers que participan en los programas para el desarrollo de liderazgo que doy en diferentes empresas.

A la inmensa mayoría, por no decir a todos, les importa su liderazgo.

Son conscientes de que ellos solos no van a ninguna parte, de que se trata de “nosotros”. Son las personas con las que comparten muchas horas, ilusiones, vivencias y dolores de cabeza.

Saben que las personas son el centro del presente el germen del futuro.

Saben que la calidad del tramo de la vida de todos que se dedica al trabajo, así como los destinos que se alcancen depende, en gran medida, de su liderazgo.

Me preguntan cómo pueden saber si están liderando bien a sus equipos.

Prefiero responder con 4 preguntas sencillas, dirigidas, más que a sus cualidades de líder o a sus comportamientos de liderazgo, al impacto que generan.

Se trata de desplazar la mirada desde el líder al equipo mismo, de observarlo en movimiento:

1. ¿Saben claramente a dónde van?

¿qué nos responde cada uno de los integrantes del equipo sobre los objetivos? ¿cuando prioriza tareas, hacia qué objetivos enfoca?

2. ¿Están correctamente desafiados?

observamos si las personas están:

▪ en movimiento, en tensión media, proponiendo ideas, con ambición.

▪ quietos o en tensión baja, aburridas, por hacer más de lo mismo.

▪ en tensión demasiado alta, crispadas, o bloqueadas por exceso de desafío.

3. ¿Despliegan su potencial?

¿que aprendizajes significativos han realizado en el último año? ¿cuántas veces han cometido errores felizmente?¿cuántas ideas propias han puesto en marcha? ¿cuántos cambios han iniciado?¿cuántas decisiones han tomado?¿en qué ahora son mejores que el año anterior?

4. ¿Se lo pasan bien juntos?

¿Están habitualmente contentos? ¿Se buscan para lo profesional y lo personal?

Tras este breve e intuitivo diagnóstico los líderes pueden contestarse a sí mismos su pregunta.

Si la respuesta a las 4 preguntas es SÍ, te felicito: eres un excelente líder.

En caso de que no puedas contestar con un rotundo SI a alguna de las 4 cuestiones, tal vez se debe a factores externos o tal vez todavía no eres un excelente líder, pero puedes llegar a serlo.

Te sugiero las siguientes posibilidades:

1. Dirección clara

¿se trata de clarificar objetivos? ¿de priorizarlos? ¿se trata de proporcionar de sentido y propósito a los mismos? ¿de establecer objetivos comunes hasta ahora no explícitos? ¿de clarificar expectativas?

2. Desafío estimulante

¿se trata de aumentar el nivel de desafío o de reducirlo? ¿tal vez de proporcionar mayores certezas o acompañamiento para navegar en la incertidumbre?

3. Espacio para desplegarse

¿se trata de aumentar el protagonismo de los equipos?¿su responsabilidad? de tratarlos como adultos?¿de no dar como líderes respuesta a todo? ¿de dejar espacio a los demás para inventar, para probar y equivocarse? ¿de enriquecer el puesto de cada uno? ¿aumentar la delegación?¿permitir/impulsar el cambio?

4. Pasarlo bien juntos

¿se trata de fomentar colaboraciones o espacios donde conectar desde lo no estrictamente profesional? ¿se trata de abordar conversaciones necesarias para soltar resentimientos o para fortalecer vínculos? ¿de identificar intereses comunes?

Recuerda que un equipo es un reflejo de su líder!

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